Lo que oyen. Danger! España está en peligro. No. No es la tortilla de patatas, ni la tuna, ni el tapeo, ni los toros, ni el mus, ni el jamón, ¡No! Está en peligro lo más sagrado, ¡la siesta!Se dice por el mundo adelante que los españoles son unos vagos. ¡Falso! Dormimos las mismas siete horas que el resto de los currantes, eso sí, cuatro horas por la noche y tres por la tarde. Repartiendo esfuerzos. Como Dios manda.
Claro, luego si te presentas en la oficina a las 8 de la mañana después de estar viendo al Chiquilicuatre hasta las 2 y enganchar con el programilla subido de tono de la TV local, es normal que en el trabajo no rindas. Pero de ahí a dormir más que el resto de los europeos hay mucha diferencia. ¡Falacias!
España, ese país geograficamente africano y politicamente europeo, cierra los ojos a media tarde y despierta cuando empieza a anochecer. ¡Olé! Más raros son los otros que desayunan huevos con bacon. Ya son ganas. Ni Paquirrín.
Sin embargo, y volviendo al quiz ( o 'lead') de la cuestión, la siesta está en peligro. Pertenezco a una generación cuya infancia estuvo marcada por la ausencia del descanso sofaíastico después del café de papá. Yo, ignorante de mí, ví como mi señor padre estuvo cinco años seguidos sin dormir una siesta en el mes de julio por culpa de un tal Miguel Indurain, Miguelón para los amigos.
Una década después, ahora que alcanzo la madurez, y con ella la inteligencia, y me dispongo a disfrutar de los placeres de la siesta, que no sabía apreciar cuando era un imberbe, me encuentro con que a un tal Alberto Contador (aún sin apodo o aún sin amigos) le da por emular las gestas de Indurain.
Al niño se le ha empeñado ganar el Giro de Italia, o lo que es lo mismo, su intención no es hacer desaparecer la siesta en julio, noooooo, su objetivo va más allá, ¡quiere dejarnos sin siesta en mayo! Shit yourself little parrot! (¡Cágate lorito!).
Por otra parte, si el niño gana el Giro podremos presumir de ello (otro de nuestros deporte nacionales). Así que esperemos que entre el Mortirolo, el Gavia y la crono de Milano, aseste el golpe definitivo a la carrera. A fin de cuentas, si no podemos echar la siesta a media tarde, siempre podremos dar unas cuantas cabezaditas en la mesa de la oficina. Tipical spanish.
